Cuando de División de Honor se trata, Atlético de Madrid es, junto a Real Madrid, uno de esos equipos con los que está presupuestado perder por la envergadura de sus estructuras y el nivel de sus jugadores que, en teoría, son los mejores del Fútbol Base de la capital y, junto a FC Barcelona, los mejores del país y… Por qué no? De toda Europa. Lo triste es quedarnos con la sensación de que, a pesar de su superioridad, fueron tres despistes evitables lo que nos propició la derrota.

Hay que aceptar que, al menos en este partido, conseguir la victoria frente a los de Fernando Torres parecía una proeza difícil de conseguir; sin embargo, durante la primera mitad del segundo tiempo las cosas parecían igualarse con unas cuantas ocasiones generadas por los nuestros.

El apoyo de una buena cantidad de aficionados y las máximas autoridades de la ciudad no fueron suficientes para doblegar a un rival que, a pesar de haber perdido un solo encuentro ante Getafe como local, había demostrado ser vulnerable. Lamentablemente, no dimos con la fórmula y esperamos ocasionarle más problemas cuando nos toque visitarlos en la vuelta.

La próxima jornada será contra CDI Amistad, y aunque nos toque viajar, el objetivo no es otro que no sea traernos los tres puntos.